Nº3

Sale siempre con su bastón pues sus piernas ya flaquean de tanta dura batalla en su trabajada vida. Hace siempre el mismo recorrido y con los pies descalzos camina sobre la arena mojada, le gusta sentir esa sensación de fresco en sus pies recordando así los días en que su abuela solía sacarlo a pasear por la playa, también descalzo. También recuerda las veces que el allí jugaba con esa arena húmeda haciendo con ella unos castillos que nunca acababa. Le gusta mirar hacia lo lejos y una nostalgia, una melancolía se apodera de su ya envejecida mente, mas allá de ese mar dejo perder el amor de una mujer, una mujer que estuvo dispuesta a dar todo por el y Matías no supo darse cuenta a tiempo.
Con todos esos pensamientos el sol alcanza ya su arrugada y estropeada piel; le gusta sentir la calidez de sus rayos, le recuerda que aún esta vivo. En ocasiones piensa cuantas mañanas le quedan para poder recibirlo, cuantas mañanas para pasear descalzo para recordar ese amor que dejo marchar .
A veces el viejo Matías piensa en ella y le entra la idea de hacerse a la mar y dejar que los vientos y las olas le lleven sin rumbo y dejar que el destino tal vez le deposite donde está aquel amor. El sabe que es una idea absurda pero su corazón le juega estas malas pasadas. La vida de la mar era y es dura y él en aquellos años tenía que concentrar sus esfuerzos en llevar el pescado a la lonja para poder dar de comer a su numerosa familia; ella apareció de pronto en su vida y sus ojos conquistaron su alma. Matías recuerda con nostalgia su primer encuentro; ella se dirigió a él para alquilar su modesta barca y poder cruzar la lengua de mar que la separaba del lugar donde la esperaban su familia y sus amigos. La primera vez que la depositó en tierra sus ojos se cruzaron y desde ese día los paseos en la pequeña barca de Matías se hicieron más frecuentes.
En ocasiones se quedaba fijamente mirando, pensando que hubiese sido de su vida si hubiese decidido olvidarlo todo y disfrutar para siempre de aquel amor que por ella sentía. Sus ojos, al recordarla, se llenaban de lagrimas y una gran nostalgia se apoderaba de él. Pero por momentos dejaba de soñar, le volvía a la mente su familia, su trabajo, eran responsabilidades con las que tenía que cumplir y sabía que debía guardar aquel sentimiento muy dentro de su corazón para poder retomar la marcha de su agotada vida, su duro trabajo, aquellos días en los que daba miedo hacerse a la mar, tan enfurecida y enfadada ........
Ahora lo único que le queda es el recuerdo, el paso de los años le han dejado solo, sin nadie, sin su familia, sin aquella mujer .no sabiendo que habrá sido de ella y en ocasiones piensa que seguramente fue feliz, que encontraría un hombre que le hiciera sentirse plenamente enamorada y en el fondo siente celos de que eso hubiese sido así, solamente al pensar que otro hombre la pudo tener en sus brazos se le encogía el corazón, por que eso era lo que el había deseado toda su vida
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